El estrés y la ansiedad es un villano de nuestra piel, esto se debe al mecanismo de reacción de nuestro cuerpo. Cuando nos encontramos bajo la influencia de estos factores, nuestro cuerpo se encarga de producir estímulos y así liberar hormonas para sobrellevar el estrés/ansiedad. El cortisol es una de las hormonas liberadas ante estos estímulos y esta afecta directamente a nuestra piel, es importante tener encuentra que también tiene funciones positivas como el aumento de la glucosa en sangre, además ayuda en la regeneración de tejidos de nuestro cuerpo.

Por otra parte tenemos otra hormona liberada que es la adrenalina, esta por su parte se encargará de producir un aumento de la frecuencia cardiaca y presión arterial, o lo que conocemos como la famosas taquicardia que nos da en un momento de estrés, pero al igual que le cortisol, esta hormona también tiene su lado positivo y esta se encargará de aumentar la energía de nuestro cuerpo.

El vivir y trabajar en ambientes estresantes nos llega a generar consecuencias como una constante producción de cortisol y adrenalina, esto a su vez desencadena consecuencia como la alteración de otras hormonas, la debilitación del sistemas inmune generando un aumento de la respuesta inflamatoria.

Los síntomas en piel que podemos observar ante un estímulo constante de estrés son la aparición de granos o brotes de acné, urticaria, caída del cabello, producción de caspa, aumento de grasa y aparición de picazón en el cuero cabelludo, sudoración excesiva, enrojecimiento de la piel y además de la exacerbación de alguna otra patología como fuegos en la boca (Herpes Tipo 1), psoriasis, eccema y dermatitis. Además de todos los síntomas mencionamos anteriormente, la ansiedad puede afectar directamente y aumentar la degradación del colágeno, elastina y ácido hialurónico, generando líneas de expresión, pérdida de volumen y un tono de piel más apagado.

Cuéntanos que te gustaría saber sobre los efectos del estrés y ansiedad en la piel.